Buscar
Búsqueda avanzada
  1. GEOGRAFÍA FÍSICA    
 
    Índice de contenidos
    Temas relacionados
    Enmarque del tema
    Complementos
    Material multimedia
      Imágenes
      Videos
      Animaciones
 
    Léxico
    Artículos de ampliación
    Aportaciones externas
    Notas eruditas
    Orientaciones y debate
    Bibliografía
  Versión para imprimir Escuchar artículo Metadata Patrocinadores Aumentar letra Disminuir letra  


Suelos

La compleja formación y evolución de Gran Canaria y los diferentes ambientes bioclimáticos, han dado lugar a una gran variedad de suelos. Se distribuyen en las dos grandes zonas climáticas en que se puede dividir Isla: la vertiente norte y la vertiente sur. La diferencia principal es que la vertiente norte se encuentra a barlovento, es decir, orientada al aporte de humedad de los vientos alisios. En cambio, la vertiente sur, se encuentra a sotavento resguardada de estos vientos, por lo que presenta unas condiciones ambientales más secas. Este factor, en combinación con otros como la naturaleza de los materiales, los pisos de vegetación, etc., son determinantes en la formación de los suelos.

Existen varias clasificaciones de los tipos de suelo. Podemos hacerlo en  función de su capacidad de uso, que nos permite conocer su potencial agrícola, así como sus limitaciones y riesgos de su utilización. De esta manera se dividen en:

  • Capacidad de uso elevada: Son buenos para un uso agrícola moderadamente intensivo, así como para cualquier otra actividad. Podemos encontrarlos en la vertiente norte (Gáldar, Guía, Arucas, etc.), en el este de Telde y en algunos barrancos del suroeste. Forma parte de los valles más fértiles de la Isla, como Tamaraceite, Arucas, Guía, Gáldar o el de la Aldea de San Nicolás. Muchos de estos suelos son sorribas, es decir, han sido traídos desde las medianías hasta las costas con fines agrícolas.

  • Capacidad de uso mediana: Pueden soportar usos poco intensivos, porque presentan mucho riesgo de erosión. Se encuentran sobre materiales volcánicos recientes.

Suelo con capacidad de uso elevada. (TB)

  • Capacidad de uso baja. Coinciden con las zonas de mayor pendiente y tienen mucho riesgo de erosión. En general, no son recomendables para el uso agrícola ni para pastos.

  • Capacidad de uso muy baja. Se encuentran sobre coladas muy recientes, no siendo susceptibles de uso agrícola ni de casi ninguna otra actividad económica, debido a sus limitaciones y riesgo muy elevado de erosión.

Suelo con capacidad de uso baja. (TB)

El gran problema de los suelos en Gran Canaria es que sufren una elevada erosión. Los principales factores que la provocan son la abrupta topografía, las características climáticas con abundancia de lluvias torrenciales, el frágil ecosistema que conforma, etc.; aunque todo sumado a una intensa explotación humana del territorio que degrada cada vez más.

El principal problema en las costas es el abandono de las zonas de agricultura intensiva, que ha traído graves consecuencias. Se ha perdido suelo en las laderas y se han contaminado otros que antes eran productivos, muchos por el uso indiscriminado de herbicidas. Por otro lado, las costas son las zonas más urbanizadas, por lo que llevan asociados otros problemas como el taponamiento de cauces, que provocan cambios en la dinámica de los barrancos.

Cultivos abandonados en zonas bajas. (MC)

En las medianías y cumbres, los problemas erosivos también están ligados, en muchos casos, al abandono de la agricultura. Aquí ocasiona mayores riesgos, ya que se trata de las zonas de mayor pendiente, lo que acentúa los procesos erosivos. En muchos casos, las parcelas están ubicadas en bancales o terrazas, que se construyeron modificando la ladera original, lo que supone otro agravante.

  6/6