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  1. MUNDO Y VIDA DE LOS ANTIGUOS CANARIOS    
 
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14. UTENSILIOS DE APOYO, MANDO Y ARMAS



PALOS, LANZAS Y GARROTES

Entre los utensilios de apoyo están los palos y lanzas o garrote de pastor, que ya hemos citado, con refuerzo de cuerno de cabra en la parte inferior y terminando en punta o en horquilla en la parte superior. La tradición siempre ha comentado la habilidad del guanche para saltar barrancos y lugares difíciles, con sus largos palos. El terreno escarpado de las islas mantiene aún entre los campesinos el uso de valerse de estas lanzas para salvar los desniveles. En la ceremonia que se celebra en la fiesta de la Candelaria en Tenerife también encontramos pruebas de esos saltos de pértiga con que los guanches hacen homenaje a la Virgen. Hay que considerar, por otra parte, que el pastor también utiliza pequeñas y débiles varas no para su marcha, sino para encarrilar el ganado.

En la ceremonia que se celebra en la fiesta de la Candelaria en Tenerife también encontramos pruebas de esos saltos con la lanza con que los guanches hacen homenaje a la Virgen. Este largo palo ha sido utilizado por los pastores canarios hasta nuestros días con su punta de acero (llamada regatón) y recibiendo estos largos palos distintas denominaciones según la isla; lanza, garrote, lata o astia. Esta práctica ha sido recuperada desde finales del siglo pasado por jóvenes entusiastas como “Salto del Pastor Canario” que cuenta hoy con una federación y grupos de practicantes en todas las islas.

LA PRÁCTICA DEL SALTO ENTRE LOS GUANCHES

“Arrójanse con la lança, llevada a lo largo del cuerpo del hombre, terciada de manera que ponen un tercio primero en la tierra o piedra donde dan con una contera de acero que trae la lança, de un palmo de larga con su cubo, sin que pueda desviarse de donde da, y aunque sea tres lanzas de alto se tiran abajo y vienen a ponerse en el suelo con tanta facilidad, que parecen aves.”

- “…pero los isleños no dejan por eso de correr esas cumbres con sus ganados todos los días, pasando de una a otra parte con su lanza al hombro y su alforja, con sus vituallas, su calzón atado a la cintura y en faldas de camisa, bromeando y diciendo a otro compadre: “Ataja la bruma”, que así llaman a la niebla.”

Frutuoso, G. 1590. Las Islas Canarias “De Saudades da Terra” – Libro I – Azores/Portugal  - Islas Canarias.

AÑEPA Y «BASTONES CURVOS»

En cuanto a los utensilios de mando hay que citar la añepa en Tenerife y las crosses o «bastones curvos»de la isla de La Palma.

De cinco añepas que se conservan en el Museo Arqueológico de Tenerife se puede concluir que su longitud oscila entre 1’2 y 2 m, cuyo extremo inferior acaba en punta más bien redondeada, sin refuerzo y normalmente poco gastada, puesto que su uso no era de la frecuencia del cayado, y cuyo extremo superior termina en un abultamiento, en forma de rodete. Suelen estar bien trabajados y pulimentados en maderas preciosas. En cuanto a su uso, serían ostentadas en ceremonias y en ocasiones especiales por personas de cierto rango social.

Este sería el mismo significado de las crosses, especie de bastones cortos y planos que se encontraron sobre dos cadáveres en La Palma. Su longitud es de medio metro aproximadamente y en un principio quizás fueran armas para convertirse en signos jerárquicos. Parece ser también que estos «bastones curvos»,según otros, eran empleados en danzas guerreras y de caza, por pares, como bastoncillos de entrechoque. Se trata de una costumbre musical que se registra en los cinco continentes. Martínez Santa‑Olalla llama a estos bastoncillos «bumerangs».

ARMAS

Por los datos que tenemos se de­duce que el guanche, como otros pueblos de la antigüedad, se vio forzado a desarrollar aspectos bélicos para garantizar su supervivencia como podemos observar en los conflictos internos entre distintos bandos o su afición a la lucha cuerpo a cuerpo y esgrimas con palos. Esto se suele manifestar entre los pastores a causa de reclamaciones de reses extraviadas o robadas. Son incidentes que desem­bocan en la lucha entre individuos y grupos. Existe una importante informa­ción en crónicas acerca de las armas de los primitivos, con un abundante voca­bulario pero que es difícil identificar. Con todo, las armas eran limitadas a causa de la escasez de materiales, aunque las crónicas hablan de varias hechas de madera. Pode­mos hablar de armas naturales y fabricadas. Siendo estas últimas de madera y piedra.

Vemos que en tiempo de la Con­quista los guanches se defienden con pedruscos, piedras con las que eran de admirar por su puntería y reflejos, así como diversas armas de madera en forma de dardos, mazos, lanzas….

Añepas (bastones de mando) y banotes (jabalinas). (MAR)

Armas de madera

Pero también utilizan bastones y garrotes quemados y endurecidos en la lucha cuerpo a cuerpo, así como dardos y jabalinas para lanzar a distancia. Entre las jabalinas, la más conocida es el banot en Tenerif,e que adopta diferentes nombres y variaciones en otras islas. Lo que caracteriza al banot es el abultamiento o doble abultamiento en el tercio superior para ser agarrado y que presenta gran semejanza con el soliferreum romano, lo que parece demostrar las relaciones entre la España romana (S. V‑III a. de C.) y el Norte de Africa. Algunos banotes, parece que tenían unas muesquecillas que se rompían después de dar el golpe para que quedara dentro de la herida. En Gran Canaria está el magado, que es una especie de banot, con incrustaciones de obsidiana, para lograr un mayor desparramiento.

Los cronistas destacaron la enorme habilidad de los guanches en el manejo de estas armas que se han mantenido en el pueblo canario durante siglos. Hoy las podemos contemplar en manifestaciones como el Juego del Palo Canario repartido por todo el archipiélago y que abarcan una gran riqueza de esgrimas con palos de diversos tamaños.

Armas de piedra

Por lo que se refiere a las armas de piedra, ya hemos hablado del tafique o tafrique, de la tabona, de los cuchillos de forma prismática de La Gomera y de El Hierro, aunque no hemos mencionado los esferoides de piedra, algunos con arista viva en la mitad de su contorno que destacan por su perfecto pulimento. Es probable que se usaran como objeto contundente, forrados en piel y atados a una correa o cuerda denominadas “hondas”, pues parece absurdo pensar que se pulieran tan bien para ser arrojados y desaparecer. Para eso bastaría una piedra cualquiera. Puede ocurrir también que su función fuese distinta a la de arma. Por ejemplo, de bruñidor de la cerámica.

En Canarias, a pesar de su abundancia en la costa africana, no se encuentran puntas de flechas.

DESAFÍO ENTRE LOS ANTIGUOS CANARIOS

"...Las armas de los canarios eran unos bastones cortos a manera de maza de un hombre de armas. Cuando los canarios se desafiaban a duelo, iban al lugar señalado para ello, que era una plazoleta alta, que en cada extremo tenía una piedra llana, grande tan sólo cuanto podía mantenerse encima de ella un hombre de pie. Primeramente cada uno de ellos se ponía encima de su piedra, con tres piedras en la mano, para tirárselas, y con tres más de las que se servían para herirse, denominadas tahuas, y con el bastón llamado magodo o amodeghe. Primeramente se tiraban las piedras, que hurtaban con destreza, meneando el cuerpo, sin mover los pies. Después bajaban en tierra y se enfrentaban con los magodos, esgrimiendo y buscando cada uno su ventaja, como es costumbre entre nosotros; y con el furor llegaban a brazo partido, y se herían con las tres piedras delgadas, que llevaban entre los dedos de la mano izquierda. Y cuando uno reconocía que había sido vencido por el otro, gritaba en voz alta: Gamá gamá, que en nuestra lengua significa: basta. A este grito el vencedor ponía fin al combate, y después ambos se hacían amigos."

Torriani, L. 1978 (1590). Descripción e historia del reino de las Islas Canarias. Santa Cruz de Tenerife. Goya Ediciones.

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