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  3. FAUNA EN CANARIAS    
 
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Vertebrados II: Anfibios, reptiles y mamíferos

ANFIBIOS

Debido a su dificultad para colonizar islas oceánicas, son poco abundantes en el Archipiélago. Están sólo representados por dos especies de ranas introducidas por el hombre: la rana común o parda (Rana perezi) y la ranita meridional o de San Antonio (Hyla meridionalis).

Son frecuentes en zonas húmedas de los barrancos, donde cada especie ocupa hábitats diferentes. La ranita meridional, pequeña y de color verde, suele encontrarse lugares húmedos como estanques, charcas, barrancos con agua, acequias o sobre el haz de las grandes hojas de las ñameras, al acecho de insectos que poder capturar. En cambio, la rana parda, de mayor tamaño y tonos grisáceos, es más gregaria. Permanece más tiempo sumergida en grandes charcos con abundante vegetación y es más difícil de localizar.

La presencia de anfibios en Canarias es escasa, debido a la dificultad de éstos para colonizar las Islas. Rana común. (SG)

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REPTILES

Lagarto tizón (Gallotia gallotii galloti). (SG)

Los reptiles forman el grupo más interesante desde el punto de vista evolutivo, ya que todas las especies tienen carácter endémico. Los lagartos actuales, englobados dentro del género Gallotia, se encuentran en todas las islas y roques. Así, el lagarto común conocido con distintos nombres (lagarto tizón, lagarto cachero, barba azul, lagartijo, etc.), presenta subespecies en las islas de Tenerife (Gallotia gallotii galloti), La Gomera (Gallotia caesaris gomerae), La Palma (Gallotia gallotii palmae) y El Hierro (Gallotia caesaris caesaris), con diferencias notables en tamaño y coloración. El lagarto atlántico está presente en Lanzarote y el Archipiélago Chinijo (Gallotia atlantica atlantica), en Fuerteventura y la isla de Lobos (Gallotia atlantica mahoratae), y en una pequeña región del sureste de Gran Canaria (Gallotia atlántica delibesi), aunque se cree que esta última fue introducida. Además, en Gran Canaria se encuentra una especie exclusiva, el lagarto canarión (Gallotia stehlini), que llega a alcanzar los 80 cm de longitud.

Junto con el lagarto canarión, hay una serie de especies que han llamado poderosamente la atención de la comunidad científica dado su gran tamaño y el escaso número de individuos que se han encontrado.  El lagarto gigante de El Hierro o lagarto de Salmor (Gallotia simonyi) alcanza los 60-70 cm de largo, pudiendo llegar a medir 100 cm. En vías de extinción, los planes de recuperación de los últimos años han hecho que su población aumente exitosamente. Se encuentran en la Fuga de Gorreta y el Roque Chico de Salmor.

En 1996 se descubre el lagarto moteado de Teno (Gallotia intermedia), en el noroeste de Tenerife, con una población que no supera los 400 ejemplares, se encuentra en vías de extinción. En 2004 se descubrió otra población de esta especie en los acantilados de Guaza, al sur de la Isla.

El lagarto gigante de La Gomera (Gallotia simonyi gomerana o Gallotia simonyi bravoana), descubierto en junio de 1999, con una coloración oscura en el dorso y los lados, pequeñas manchas azules en los flancos, y blanco marfil en la parte ventral, fue ya descrita por Hutterer en 1985. Su denominación de ‘Bravoana’ es un homenaje al paleontólogo y geólogo canario Telesforo Bravo.

Lagarto canarión (Gallotia stehlini). (CGC) Lagarto gigante de El Hierro (Gallotia simonyi). (PTEH)

Por su parte, el género Tarentola, está también distribuido por todas las islas con varias subespecies. Constituyen un curioso grupo de pequeños reptiles, por lo general de hábitos nocturnos, que se alimentan principalmente de insectos. Destaca el perenquén majorero (Tarentola angustimentalis), exclusivo de Lanzarote, Fuerteventura, el Archipiélago Chinijo y la isla de Lobos. En isla de La Palma y la de Tenerife, incluidos los Roques de Garachico y de Anaga, se encuentra el perenquén Delalande (Tarentola delalandii), el cual posee unas pequeñas ventosas en los dedos que le permite adherirse a las paredes para poder trepar, y una vista privilegiada para ver en oscuridad total.  En Gran Canaria y El Hierro podemos encontrar el perenquén de Boettger (Tarentola boettgeri), que se localiza bajo piedras en todo tipo de hábitats, aunque son muy abundantes en zonas costeras. El perenquén gomero (Tarentola gomerensis), es exclusivo de La Gomera, y se encuentra en toda la Isla exceptuando las zonas de laurisilva.

El tercer grupo de reptiles lo conforma el género Chalcides, es decir, las conocidas comúnmente como lisas. Se encuentran distribuidas en todas las Islas a excepción de La Palma. La más destacada es la lisneja (Chalcides simonyi), dada su gran talla y su rareza. Se encuentra presente en unas pocas localidades de Lanzarote, Fuerteventura y en la isla de Lobos. La lisa grancanaria o lisa rayada (Chalcides sexlineatus), es un endemismo canario exclusivo de Gran Canaria, muy emparentado con las lisas de las islas occidentales. La lisa común se encuentra con dos subespecies, por un lado la lisa dorada (Chalcides viridanus viridanus), endémica de Tenerife, y por otro, la lisa de Salvador (Chalcides viridanus coeruleopunctatus), presente en La Gomera y El Hierro.

Las lisas, se encuentran presentes en todas las Islas, excepto en La Palma. (AMAPCIT)

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MAMÍFEROS

Los mamíferos de las Islas Canarias están representados por especies que en su  práctica mayoría han sido introducidas por el hombre, salvo contadas excepciones. La musaraña canaria (Crocidura canariensis) y la musaraña de Osorio (Crocidura Osorio), son dos de los mamíferos endémicos, junto con una especie de murciélago, el orejudo canario (Plecotus teneriffae). A ello hay que sumarles otros como el murciélago de Madeira (Pipistrellus maderensis), restringida a la región macaronésica.

El orejudo canario es un murciélago endémico de las Islas. (GOBCAN)

Si bien, los mamíferos endémicos son escasos, cabe destacar la presencia en Canarias de otras especies, especialmente murciélagos, que también se encuentran repartidas en África, Europa y en otros archipiélagos atlánticos. Destacan el murciélago de bosque (Barbastella barbastellus), el murciélago de borde claro (Pipistrellus kuhlii), el nóctulo pequeño (Nyctalus), o el murciélago montañero (Hypsugo savii).

También hay que indicar la presencia de animales domésticos traídos por los propios aborígenes canarios durante su proceso de colonización, tales como cabras, ovejas y cerdos. Posteriormente, las Islas fueron colonizadas por otros mamíferos introducidos, como la musarañita (Suncus etruscus), el erizo moruno (Atelerix algirus), el ratón casero (Mus domesticus), ratas (Rattus rattus y Rattus norvegicus), gatos (Felis catus), perros (Cannis lupus familiaris) o conejos (Oryctolagus cunniculus).

Entre los mamíferos introducidos por el hombre, cabe destacar algunos que han causado un grave daño a la flora y fauna endémica de las Islas. La ardilla moruna (Atlantoxerus getulus) fue introducida en Fuerteventura en 1965, causa daños en los cultivos y es gran depredadora de moluscos terrestres. En la década de los setenta fueron introducidos, con fines cinegéticos, el muflón europeo (Ovis orientalis musimos) y el arruí (Ammotragus lervia) en las cumbres de Tenerife y La Palma respectivamente, los cuáles constituyen una serie amenaza para las especies endémicas del Parque Nacional del Teide y el de La Caldera de Taburiente.

La ardilla moruna se ha extendido rápidamente por  toda la isla de Fuerteventura desde que fue introducida en 1965. (SG)

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