Según las crónicas, el apelativo de La Esperanza se debe a la esperanza con la que los primeros conquistadores de la isla, los castellanos, en su huída de la Batalla de Acentejo, divisaron desde los montes del municipio, su campamento instalado en Añaza, al grito de esperanza, esperanza. Este hecho tuvo lugar durante uno de los episodios más importantes de la conquista de la isla, la Batalla de Acentejo. En él los guanches opusieron una fuerte resistencia a las tropas invasoras, dando muerte a un gran número de soldados castellanos.
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