"... e la dicha Francisca fue a la dicha isla y trajo consigo a la Gran Canaria cuatro o cinco de los caudillos y m�s principales de la dicha isla, y los tornaron cristianos y los bautizaron en la dicha iglesia, y los vistieron y despu�s de cristianos los volvi� a la dicha isla de La Palma para que hab�an de hacer que aquellos de sus bandos se tornasen cristianos y al se�or�o de Sus Altezas; y el dicho gobernador de la Gran Canaria [Francisco Maldonado] pregon� que ninguno fuese a saltear aquellos bandos donde aquellos caudillos eran; y el dicho previsor, por virtud de una bula que ten�an los obispos en su obispado de Canaria, que aquellos que viniesen a ser tornar cristianos, que no fuesen cautivos, y que guardasen las paces que hab�an pregonado el dicho gobernador con los dichos caudillos"
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