En la siguiente división por islas,  de los principados o reinos guanches, se tienen en cuenta las anotaciones que  en su libro Los reinos de Tenerife,  realizan Serra Rafols y De La Rosa Olivera .  
	Lanzarote  
	 Conocida por sus naturales como Titeroygatra, esta isla  debió estar dividida en dos reinos. Luego, con la llegada de los  primeros expedicionarios europeos, la isla se convirtió en uno sólo. Sabemos  que, cuando Martín Ruiz de Avendaño arribó a sus costas, el rey de Lanzarote se  llamaba Zonzamas, a quien sucedieron, por orden cronológico, Timanfaya, Guanarame y Guadarfía. 
	Fuerteventura 
	
      
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        | Algunos autores hacen referencia a Jandía, en la  zona sur de la isla, como uno de los dos reinos en los que estaba dividida  Fuerteventura, el cual era gobernado por Ayoze (PTF) | 
       
     
	Contaba con dos reinos: Maxorata, de cuyo topónimo  procede el término majorero aplicado aún hoy a los nacidos en Fuerteventura,  que comprendía la parte septentrional de la isla, y Jandía, por el sur.  Ambos reinos estaban delimitados por una pared de piedra que, desde  Tarajalejo, llegaba hasta el otro lado del mar y que, en parte, aún existe. En  tiempos de la Conquista, según la tradición, Guize era rey de Maxorata y Ayoze, de Jandía. En la actualidad se piensa que, como el caso de  otras islas,  Fuerteventura reunía buenas  posibilidades de ser un modelo tribal segmentario, sobre la base de grupos de  descendencia emparentados entre sí. Lo más probable es que fuera un sistema  político dual, configurado por dos términos autónomos, Guise y Ayoze. Parece  que ha sido un error tradicional (así opina el Departamento de Arqueología de la ULL) asociar estos dos nombres a los jefes respectivos del  norte y del sur (Maxorata y Jandía). Asimismo, los conocimientos  actuales demuestran que el límite entre ambos no estaba en la Pared de Jandía (construcción de piedras, a modo de límite), sino en la zona actual de Betancuria. 
	Gran Canaria 
	Conocida por Tamarán entre los indígenas, esta isla no llegó  a tener durante mucho tiempo una autoridad única. Sus reyes, llamados guanartemes (guan = descendiente; arst–emir = jefe de la tribu), se repartían por  toda la isla. 
	Los reinos o principados eran los siguientes: Gáldar,  Telde, Agüimes, Tejeda, Aquexata, Agaete, Tamaraceite, Artebirgo, Artiacar y Arucas. Salvo raras excepciones, estos reinos se corresponden con los  actuales nombres de las zonas. 
	Gáldar fue la capital aborigen de Gran Canaria y sus  guanartemes, los de más prestigio de la isla. Cabe destacar a la doncella y  adivina Andamana a quien profesaban gran sumisión por sus grandes  cualidades que, casándose con el caudillo Gumidafe, conquistó toda la  isla en un solo reino. Al parecer, de este matrimonio nació Artemi Semidán,  que gobernaba la  isla cuando Bethencourt llegó a sus costas. A su muerte lo sucedió su hijo Taghoter  Semidán, que a su vez dejó dos hijos: Guanache Semidán, que reinó en  Gáldar, y Bentaguaire Semidán, que lo hizo en Telde. A Guanache lo  sucedió Thenesor Semidán, que después de convertido y apresado se  llamaría Fernando Guanarteme. A la muerte de Bentaguaire Semidán, tomó  el poder el valiente Doramas («narices anchas», quiere decir).  Con el apresamiento de Fernando Guanarteme, fue nombrado rey su sobrino Bentejuí que, ante la rendición de su pueblo, se arrojó por el precipicio, abrazando al Faicán y dando el grito patriótico de «Atis Tirma». La historiografía moderna da poco  crédito a esta genealogía, pero es la que tradicionalmente se ha venido  aceptando. 
	Reinos aborigen 
	
	   
	Tenerife 
	Tenerife, nombre de procedencia guanche que parece  significar montaña blanca, según la mayoría de las fuentes. La isla guanche  tuvo una autoridad única que recaía en el mencey de Adeje. Éste, al que  Viana le adjudica el nombre de Gran Tinerfe, reparte la isla entre sus nueve hijos, formándose nueve términos o menceyatos. En tiempos de la Conquista reinaban en estos menceyatos los  sucesores directos de los hijos de Gran Tinerfe, a excepción de Bencomo, que había tenido dos antecesores, Imobach y Bentenuhya. 
	Los menceyatos de Tenerife se repartían de la siguiente forma : Taoro (valle de Arautava —Orotava—, desde Santa Úrsula hasta La Rambla), Daute (Garachico, Los Silos y Buenavista), Icode, Tacoronte, Anaga, Tegueste, Güímar,  Abona y Adeje. El menceyato más rico de la isla era el de Taoro, cuyo mencey  Bencomo desempeñó un papel importante en la lucha contra los  conquistadores. 
	El rey de Adeje, aparte de sus nueve hijos, tuvo un hijo  bastardo llamado Aguahuco, al que le pusieron el sobrenombre de Achimencey,  que en castellano quería decir «hidalgo pobre»; de aquí viene el nombre actual  de Punta del Hidalgo, en el municipio de La Laguna, que era el  territorio correspondiente al Achimencey. En tiempos de la Conquista mandaba en  el territorio de la Punta del Hidalgo el achimencey Zebenzuí. 
	Sobre estos nombres  de los menceyes guanches consignemos las siguientes aclaraciones: 
	1º) La mayoría de  los nombres que aparecen en la Historia de Viera fueron tomados de Viana, cuya obra del siglo  XVII tenía un marcado carácter literario. 
	
      
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        | Escultura de Bencomo, mencey de Taoro. (DM) | 
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	2º) Según Rumeu de  Armas, en su libro Conquista de  Tenerife , los únicos menceyes contemporáneos a la Conquista,  rigurosamente históricos, de nombres conocidos son Bencomo (Benitomo) y Bentor,  que le sucedió a su muerte. 
	3º) Los nombres de  Betzenuhya (rey de Taoro), Acaymo (rey de Güímar), Atguaxoña (rey de Abona) y  Atbitocarpe (rey de Adeje) parecen tener cierto fundamento histórico pero son personajes previos a la Conquista. 
	La Palma 
	Esta isla era llamada por sus naturales Benahoare,  cuya traducción tradicional ha sido «mi tierra», aunque Álvarez Delgado lo  traduce literalmente por «el lugar de mis antepasados». En tiempo de la  Conquista, estaba repartido en doce reinos o cantones: Aridane, Tihuya,  Tamanca, Ahenguarame, Tigalate, Tedote, Tenagua, Adeyahamen, Tagaragre,  Tagalgen, Hiscaguan (Tijarafe) y Aceró o Eceró. 
	En tiempos de la Conquista, y según cuenta Viera y Clavijo,  los principales príncipes de La Palma eran los siguientes: Mayantigo,  «Pedazo de cielo», de Aridane; Echedey de Tihuya; los hermanos Echentive y Azucuahe del círculo de Ahenguarame; Jariguo (Zuguiro) de  Tigalate; en Tedote, mandaban los hermanos Tinisuaga, Agacencíe y Bentacaice;  en Adeyahamen (Los Sauces), reinaba Bediesta; en Tagalgen, otro Bediesta; Temiaba, en Tagaragre, y el famoso y valiente Tanausú, en la  Caldera de Taburiente. 
	La Gomera 
	Nombre aborigen de raíces bereberes, La Gomera, en el  momento de la Conquista, se mantenía como un reino único bajo la autoridad del  que luego se bautizaría con el nombre de Fernando Amelahuige. A su  muerte, La Gomera se dividió en cuatro cantones: Mulagua, Agana, Ipalan y  Orone, que algún autor ha identificado con Hermigua, Vallehermoso, San  Sebastián y Arure, respectivamente . 
	El Hierro 
	Su nombre  procede del término aborigen Le Hero, traducido por Fero y convertido en  Hierro. Sólo había un reino y se tienen pocos datos sobre los nombres de sus  príncipes indígenas. En los tiempos de la Conquista, la isla estaba gobernada  por el príncipe Armiche. Su población se hallaba diezmada por las  incursiones europeas en la captura de esclavos. 
	
	   
	
Imágenes antiguas cedidas por el Archivo de Fotografía Histórica de Canarias. FEDAC/CABILDO DE GRAN CANARIA y el Archivo fotográfico de la concejalía  de Turismo y Patrimonio del Ayto. de S/C de La Palma. 		  
			  
			  
			  
			  
			  
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