EL MODELO DE CONQUISTA 
	La Conquista de Canarias obedeció al modelo medieval.  El derecho de conquista y su ejecución respondieron a los mismos principios  que prevalecieron en la Reconquista. El Rey concedía la capitulación  o permiso correspondiente y el tomador —en el caso canario, hidalgos  pobres venidos a menos— asumía la responsabilidad económica y militar de la  operación. 
	Las Islas estaban habitadas por paganos,  hombres sin religión, según la concepción cristiana de la época, y eso las  hacía objeto de conquista y a sus moradores, carentes de todo derecho o amparo  jurídico. El conquistador español, tanto en Canarias, como en América, no se  regía por otro código, salvo lo que le dictara su propia conciencia o los dimanantes  de la Iglesia y de la Corona. 
	CAUSAS DE LA CONQUISTA 
	
		   Las expediciones comerciales a las islas  llegaban en busca de recursos naturales como la orchilla, aunque el negocio  esclavista era sin duda la motivación principal.  
		   Muchos  nobles tienen el deseo de ser señores o reyes de nuevas  tierras.  
		   Muchos  se alistan como soldados con la posibilidad de enriquecerse y  tener mejor suerte.  
		   Existe  el interés por cristianizar y luchar contra el infiel.  
		    
		 LO QUE SOBRESALE  POR EL LADO DE LOS CONQUISTADORES 
		 
		   Hostilidades entre los propios  conquistadores (Bethencourt‑Gadifer; Rejón‑Deán Bermúdez; Pedro de Algaba  y Hernán Peraza, etc.).  
		   Conflictos  y litigios por demostrar quién es el dueño de las islas (portugueses  y distintos señores españoles).  
		    
		   
  
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    | El inter�s por cristianizar al pueblo guanche, llevo a la construcci�n de muchas ermitas una vez finalizada la conquista. (PTLG) | 
   
 
		   
		   La  mayor riqueza que podrían obtener en las islas era sus  gentes y es lo que se aprovecha para su venta (mercado de esclavos  canarios).  
		   Los  nativos son muchas veces traicionados (Armiche por  Bethencourt; los canarios embarcados por Pedro de Vera; los gomeros por este  mismo; Tanausú por Lugo; etc.).  
		   Domina  la tiranía y el abuso por parte de conquistadores y señores, que  provoca distintas sublevaciones del pueblo (sublevación de El Hierro; contra  Diego de Herrera en Lanzarote, contra Hernán Peraza en La Gomera, etcétera).  
		   A  pesar de ello, se impone la jurisdicción de los Reyes y la voz  denunciante de los Obispos (fray Mendo de Biedma contra Maciot;  lanzaroteños contra Diego de Herrera; el obispo Frías contra Pedro de Vera)  .  
		    
		  LO QUE SOBRESALE  POR PARTE DE LOS NATIVOS 
		 A pesar de que los cronistas están del lado de los  conquistadores, ponen en relieve aspectos muy positivos de los guanches: 
		 
           
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             Monumento en representación del despeñamiento de  Bentejuí, obra de Manuel de Bethencourt. Parque Doramas, Las Palmas de Gran  Canaria. (DS)  | 
            
          
		 
		   El valor y la habilidad es extraordinaria. Con unos recursos  limitados se prolongó la lucha casi un siglo.  
		   El amor por la patria y la libertad los lleva a  despeñarse o a no tomar alimentos en la derrota o en el cautiverio (Tasarte,  Bentejuí, Tanausú, Beneharo, Bentor, etc.). 
		      
		   Generosidad  y perdón en muchas ocasiones para sus enemigos (a Diego de Silva y  sus soldados en Gran Canaria; a los de Sancho de Herrera; al capitán Gonzalo  del Castillo en Tenerife, etc.).  
		   Como  aspecto negativo, falta de alianza en algunos  momentos frente a un enemigo común (menceyes de Tenerife).  
		    
		 LA SITUACIÓN DE LOS CANARIOS 
		 
           Eran bautizados generalmente con el nombre y apellidos del padrino, con       lo que se castellanizaban aquéllos.  
		   En Tenerife se consideró como libres a los que se habían aliado con los conquistadores y, como esclavos, a los que habían peleado en contra. La Corona impidió el deseo del Adelantado de reducirlos a todos a la esclavitud.  
		   Cuando se reparte o se vende el ganado entre los conquistadores, se cede o se       vende también a los pastores guanches.  
		   A muchos canarios les       costaba integrarse en el poblado: «Son holgazanes y no aplicados a ningún servicio e  industria ni otro trabajo, salvo algunos a andar tras las cabras, viviendo en  los campos, cuevas y montañas no queriendo vivir en el poblado, aunque se les  ha mandado muchas veces por la justicia» (Actas del Cabildo  de Tenerife).  
		   El robo del ganado persiste y crea muchas complicaciones, especialmente       los guanches esclavos que se lo ceden a otros guanches libres:  «...y si los dichos ganados de los vecinos y moradores  los guardan algunos pastores guanches esclavos, éstos tales tienen tal  sagacidad que poco a poco hurtan a sus amos el ganado, y guardan y dando a los  otros guanches, libres, y aún los dichos amos no se lo osan reprender, porque  no se les alcen y huyan a las montañas y destruyan los que les queden».  
		   Muchos de estos canarios, a pesar de la Conquista, siguen mostrándose rebeldes y       defendiéndose entre sí:  «...porque como todos son de una nación y viven en los  campos y sierras, acógense y encúbrense los unos a los otros. Encúbrense tanto  y guárdanse los secretos, que antes morían que descubrirse. Y teniendo esto por  honra y este estilo tenían antes que la dicha isla se ganase y todavía se les  ha quedado, pues saberlo de ellos por tormento es imposible aunque los hagan  pedazos, porque jamás por tormento declaran verdad y por ser de esta condición  y manera es gente muy dañosa» (Actas del Cabildo de Tenerife).  
		   Se dan bulas y ordenanzas para rescatar esclavos canarios vendidos.  
		   Muchos canarios que están en la Península o que han llegado a un nivel social alto tratan de ocultar su procedencia canaria. Contribuyen a ello disposiciones como las que prohíben la entrada a colegios mayores de descendientes de judíos, moriscos o canarios, aunque esta discriminación debió cesar pronto.  
		   A pesar de todo ello, el pueblo aborigen pronto se fusiona con los conquistadores para       dar lugar al actual pueblo canario. 
		    
		  
		 		     
               
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                 | El actual pueblo Canario es fruto de la mezcla  entre los aborígenes y los conquistadores. (FEDAC) | 
                
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