Buscar
Búsqueda avanzada
  6. RÉGIMEN SEÑORIAL: LOS PERAZA EN LA GOMERA    
 
    Índice de contenidos
    Temas relacionados
    Enmarque del tema
    Complementos
    Material multimedia
      Imágenes
      Videos
      Animaciones
 
    Léxico
    Artículos de ampliación
    Aportaciones externas
    Notas eruditas
    Orientaciones y debate
    Bibliografía
  Versión para imprimir Escuchar artículo Metadata Patrocinadores Aumentar letra Disminuir letra  


La opresión señorial

DATOS DE ENMARQUE: El escenario dominante es de rebeldía ante la opresión de los señores de las islas; de venganzas y crímenes de estos señores contra otros conquistadores y contra el pueblo, así como las componendas de la Corte: tras el asesinato de Juan Rejón por Peraza el Joven, la reina Isabel la Católica fuerza a éste a casarse con Beatriz de Bobadilla, dama de la Corte que pone en vilo a su esposo Fernando y parece, también, que a Cristóbal Colón, según se dice para explicar sus visitas a La Gomera en sus viajes de ida y vuelta a América.

Muerto García de Herrera, el señorío fue repartido entre sus hijos. Dos de sus islas, La Gomera y El Hierro, le correspondieron a Fernán Peraza, llamado el Joven para distinguirlo de su abuelo; las islas de Lanzarote y Fuerteventura fueron para sus otros hermanos.

Durante toda esta segunda mitad de siglo, las islas de señorío fueron escenario de constantes rebeliones de sus vecinos, como respuesta al poder despótico y arbitrario de los dueños y señores de estas islas. Apoyaban sus protestas y levantamientos en el deseo de pertenecer a la jurisdicción real y no a la señorial; también protestaban por el pago de los quintos señoriales y otras cargas impositivas.

Estos actos levantiscos terminaban con el ahorcamiento de los cabecillas, aunque a veces intervenían los pesquisidores reales para juzgar la conducta de estos «señores».

FERNÁN PERAZA EL JOVEN  EN LA GOMERA

Una de las islas que más sufrió el régimen señorial fue La Gomera. Fernán Peraza heredó esta isla (1485) y pronto se ganó el odio de los gomeros por su intolerante y arbitrario carácter .

MUERTE DE REJÓN

Un hecho importante en la vida de Peraza ocurre cuando Juan Rejón, capitán de conquista en Gran Canaria, se dirigía desde un puerto de Andalucía  a La Palma con intenciones de conquista, pero por causas de vientos en contra, se ve forzado a hacer escala en La Gomera (playas de Hermigua). Enterado Fernán Peraza del hecho, manda asesinarlo por medio de una cuadrilla que destacó al lugar. El motivo de haber dado muerte a Rejón se debió, posiblemente, a viejas rencillas, pues ambos habían intervenido en la campaña de Gran Canaria.

Por esta muerte, Peraza el Joven fue llamado a la Corte de los Reyes para juzgarle, pero influencias familiares muy fuertes lo libraron de cualquier pena; lo que sí parece cierto es que la reina Isabel lo obligó a contraer matrimonio con una doncella de la Corte, Beatriz de Bobadilla, de la que el rey Fernando estaba enamorado.

SUBLEVACIONES EN LA GOMERA

En una primera revuelta, él y su esposa se vieron en la necesidad de refugiarse en la Torre ante el peligroso cariz que tomaban los hechos. Un despacho enviado por éstos, en petición de socorro, a Pedro de Vera (Capitán de conquista y gobernador de Gran Canaria), hace que éste acuda y sofoque la rebelión; en castigo ahorcó a los más levantiscos y regresó a Gran Canaria con algunos centenares de gomeros, en la condición de esclavos.

Muerte de Peraza «el joven»

Torre del Conde, La Gomera, obra de Peraza ‘el viejo’. Modelo de torre de defensa de la Baja Edad Media. Posiblemente el edificio más antiguo de Canarias. (PTLG)

A pesar de tan duros escarmientos, los naturales de La Gomera no cejan en la idea de dar muerte a Peraza. Para ello montaron una conjura en la que participaron de forma activa la tribu de Mulagua al frente de Hupalupu, viejo muy respetado, y la de Hautacuperche.

La muerte de Peraza tuvo lugar en una cueva (término de Guahedun) a donde lo habían llevado sus devaneos amorosos con la bella indígena Iballa (1488). Después de haber matado al Conde, el pueblo gomero se levantó en masa contra el despotismo señorial. Beatriz de Bobadilla, viuda del Conde,  tuvo que buscar refugio, de nuevo, en la Torre, esperando la ayuda solicitada al gobernador de Gran Canaria.

La Venganza de Pedro de Vera

Al llegar nuevamente Pedro de Vera a la isla, los gomeros se retiraron a las agrestes cumbres de Garajonay, pero Vera, por medio de la astucia, los hizo bajar a la villa prometiéndoles perdón general y olvido de lo pasado. Entonces, el gobernador de la Canaria hizo detener a la mayoría de ellos, a unos ahorcó y a otros los deportó como esclavos, sin respetar mujeres ni niños.

Una cruz, llamada de la «Horca», colocada sobre el Risco de la Hila, en San Sebastián, recordaba este hecho tan bárbaro, imputable al conquistador de Gran Canaria y a la condesa de La Gomera, la viuda de Peraza. En San Sebastián hay un nexo de esquinas que llaman los “cuatro caminos”, por el procedimiento de desmembrar gomero: cada miembro era atado a un caballo, que salía en cada dirección.

Cuadro genealógico de Los Peraza: Juan de Bethencourt dio poderes para traspasar las Islas al Conde Niebla. Éste, en 1430, da la posesión a Guillén de las Casas. Al casarse Fernán Peraza con Inés de las Casas, hereda el señorío en 1445. Luego, en 1452, lo ostenta Diego de Herrera, por ser marido de Inés Peraza. Más tarde, en 1485, Fernán Peraza el Joven, hereda La Gomera y El Hierro; mientras que Sancho de Herrera, Lanzarote y Fuerteventura.
  1/1