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Parques Naturales

Un Parque Natural es un espacio en buen estado de conservación y con una extensión generalmente amplia, donde están representados los ecosistemas típicos de la región. Es declarado por la Comunidad Autónoma y gestionado por el Cabildo de la Isla donde esté ubicado. Junto con los Parques Nacionales, que en Gran Canaria no existen, son las áreas mejor conservadas. Corresponden a una categoría de protección II de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Medios Naturales). Soportan una escasa presión por parte de la población, aunque el objetivo de su conservación es, precisamente, garantizar el uso público y favorecer el contacto del hombre con la naturaleza.



Parque Natural de Tamadaba

Parque Natural de Pilancones



Parque Natural de Tamadaba

Superficie: 7.538,6 ha
Municipios: Agaete (2.954,9 ha) Artenara (3.265,0 ha) y San Nicolás (1.318,7 ha)
Población: El Risco (237 hab), Guayedra (3 hab) y algunas casas aisladas.

Localización y características

El Parque ocupa un amplio sector del noroeste de Gran Canaria, que se encuentra aislado por sus propias características orográficas. Es un macizo montañoso, que constituye el flanco occidental de la antigua gran caldera explosiva del centro de la Isla. Está atravesado por una densa red de diques y surcado por varios barrancos e interfluvios amplios.

Parque Natural de Tamadaba. (TB)

Se trata de un paisaje de grandes contrastes, dominado por las montañas de Tirma, Altavista y Tamadaba, donde la erosión ha jugado un papel determinante. Así se labraron los grandes acantilados costeros como el del Andén Verde, uno de los mayores de la Isla, con formaciones caprichosas como el Dedo de Dios (que se derrumbó en 2005 tras una intensa tormenta). También hay zonas más recientes, no tan castigadas por los procesos erosivos, como la Punta de Arenas, donde hay interesantes depósitos dunares cuaternarios relícticos.

Vegetación

El Parque posee, en su parte más alta, uno de los pinares naturales mejor conservados de Gran Canaria, que se extiende por todo el Macizo de Tamadaba, parte de Altavista y hasta los acantilados de Guayedra y Faneque.

En las zonas medias y bajas abundan los cardones (Euphorbia canariensis), que dejan paso más cerca de la costa a las tabaibas dulces (Euphorbia balsamifera) y a las toldas o tabaibas sin hojas (Euphorbia aphylla). Aparecen también almácigos (Pistacia atlantica) y otras especies representativas del bosque termófilo en algunos sectores cerca de Guayedra. Este mismo lugar se caracteriza por ser uno de los pocos de la Isla donde podemos encontrar ejemplares de cedro canario (Juniperus cedrus).

Tolda. (MC)

Los cauces de barrancos están poblados por bosquetes de palmeras (Phoenix canariensis) y tarajales (Tamarix canariensis), mientras que las paredes están cubiertas por flora rupícola, que tiene en el Parque una excelente representación con abundantes endemismos. Entre este tipo de vegetación podemos encontrar los bejeques (Aeonium canariense), tan característicos en la Isla y fácilmente reconocibles.

En Tamadaba hay muchas especies de flora amenazadas, sobre todo, algunas exclusivas de Gran Canaria. Éstas, por su ubicación en lugares muy concretos, ven acentuado el peligro de extinción. Algunos ejemplos son la magarza (Argyranthemum liddii) cerca del Andén Verde, la lengua de pájaro (Globularia ascanii bystropogophyllum) en los riscos de El Pinar, o la hija de don Enrique (Sventenia bupleroides) en Guayedra y Faneque, entre otras. La magarza, por ejemplo, sólo se encuentra en esta zona entre Agaete y La Aldea, y en la Montaña Amagro. Su principal enemigo es el ganado y la limpieza de las cunetas, ya que también se encuentra en las orillas de carretera.

Fauna

Destacan, sobre todo, dos especies de aves endémicas en el pinar de Tamadaba, que encuentran aquí áreas idóneas para nidificar: el pinzón azul de Gran Canaria (Frinfilla teydea polatzeki) y el pájaro carpintero o ‘picapinos’ (Dendrocopos major thanneri), cuyas poblaciones se encuentran en buen estado de conservación.

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Parque Natural de Pilancones

Superficie: 5794,4 ha Municipio: San Bartolomé de Tirajana
Población: Ninguna

Localización y características

Se trata de un macizo situado al sur de la Isla, en una de las zonas más antiguas y con mayor interés desde el punto de vista geomorfológico y paisajístico. Está constituido por materiales traquítico-fonolíticos del primer ciclo volcánico insular, superando los 12 millones de años de antigüedad.

A lo largo de su historia geológica, ha sufrido intensos procesos erosivos que han modelado el terreno hasta su aspecto actual, con barrancos encajados e interfluvios en meseta que continúan desgastándose. Uno de los más conocidos en la zona es el Barranco de Fataga.

Parque Natural de Pilancones. (CGC)

Dentro de sus límites existen algunos caseríos aislados, como el de Lomo de Pedro Alfonso, donde se practica una escasa agricultura de regadío para autoconsumo. Hay huertas al sur y oeste del Parque, con cultivos de mangos, aguacates o naranjos, que abastecen en pequeña medida a los núcleos turísticos del sur de la Isla. También en esta zona hay grandes presas de agua, como por ejemplo, la de Ayagaures.

Vegetación

El sector situado más al norte está dominado por un importante pinar de repoblación seguido, en cotas
Jara. (CGC)
inferiores, por una zona de matorral de sustitución con jaras (Cistus monspeliensis), escobones (Chamaecytisus proliferus) y alguna aislada sabina (Juniperus phoenicea).

También hay representación de vegetación xerófila al suroeste del Parque, con poblaciones de cardones (Euphorbia canariensis) y tabaibas dulces (Euphorbia balsamifera), y en las inmediaciones de cursos de agua y presas se han implantado cañaverales.

Entre las especies amenazadas del Parque cabe destacar el heliantemo (Helianthemum tholiforme), la corregüela gris (Convolvulus perraudieri) y la ruda de risco (Ruta oreojasme).

Este espacio desempeña un papel importante en la protección de suelos por la sujeción del mismo que ejerce la vegetación. También en la recarga del acuífero, al captar agua los árboles por precipitación de niebla o lluvia horizontal.

Fauna

El pinar de sus cumbres constituye un hábitat en buen estado de conservación con buenas poblaciones de aves, con especies como el pájaro carpintero o ‘picapinos’ (Dendrocopos major thanneri) y el pinzón azul de Gran Canaria (Fringilla teydea polatzeki). Aprovechando los cañaverales, se ha instalado el pico de coral (Estrilda astrild), un reciente colonizador de la Isla.

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