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Reservas Naturales Especiales

Según las categorías de las áreas protegidas definidas por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Medios Naturales), las RNE tiene una protección IV. Su finalidad es proteger determinadas especies, hábitats, formaciones geológicas o procesos ecológicos.

Su extensión es moderada, con un estado de conservación variable donde el tipo de protección debe ser concreta. No admite poblaciones, aunque sólo de manera excepcional podrán realizarse actividades recreativas y usos tradicionales en estas zonas.

En Gran Canaria existen seis RNE, tres de ellas (El Brezal, Azuaje y los Tilos de Moya) son de pequeña extensión y están situadas en la vertiente norte, muy próximas entre sí. Las otras tres son de mayores dimensiones, ubicadas en el oeste, centro-este y sur. Esta última es uno de los espacios protegidos más genuinos y emblemáticos de la Isla, las Dunas de Maspalomas.



Reserva Natural Especial El Brezal

Reserva Natural Especial de Azuaje

Reserva Natural Especial de los Tilos de Moya

Reserva Natural Especial de Los Marteles

Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas

Reserva Natural Especial de Güigüí




Reserva Natural Especial El Brezal

Superficie: 107 ha
Municipios: Santa Mª de Guía
Población: ninguna

Localización y características

Este espacio se encuentra en las medianías del norte de la Isla, en un pequeño sector al oeste del Barranco de Moya. Está constituida por materiales volcánicos de la serie II y presenta la mejor muestra de fayal-brezal de Gran Canaria. Como otros espacios protegidos insulares, por su importancia forestal y buen estado de conservación, contribuye a mantener procesos ecológicos esenciales como la recarga del acuífero y protección del suelo.

Aunque dentro de la reserva no hay asentamientos humanos, permanece la amenaza que provocan los núcleos de zonas marginales y los usos agrícolas dispersos.

Brezo. (MC) Faya. (MC)

Vegetación

Se trata de un fayal-brezal en buen estado de conservación, restos del bosque que antiguamente cubría toda la zona entre El Palmital y la Montaña de Gáldar. Entre su flora destacan endemismos como el bicácaro (Canarina canariensis) o la esparraguera (Smilax canariensis), que aunque también aparecen en otras zonas de laurisilva de la Isla, son de alto valor conservacionista.

Lentisco. (MC)

También destacan otros individuos de porte arbóreo como el acebuche (Olea europaea) y lentiscos (Pistacia lentiscos), y de porte arbustivo el granadillo (Hypericum canariense).

Fauna

En cuanto a las especies animales, en Inagua se encuentran las más típicas del monteverde canario, con especies de aves e invertebrados. Además, dentro de sus límites está la Presa de Mondragones, que suele ser visitada por diversas aves migratorias y acuáticas. Se puede observar en este lugar a la focha común (Fulica atra), polla de agua (Gallinuda chloropus) o garceta común (Egretta garcetta), entre otras aves.

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Reserva Natural Especial de Azuaje

Superficie: 61,1 ha
Municipios: Firgas y Moya
Población: ninguna

Localización y características

Esta pequeña Reserva se concentra en 5 km de barranco, abierto al norte y profundamente excavado en materiales basálticos recientes de la Serie II. Ha ido rellenándose paulatinamente por el depósito de materiales aluviales derivados de su propia función. Posteriormente, éstos han sido incididos, dando lugar al cauce actual del Barranco.

Reserva Natural Especial de Azuaje. (TB)

Esta continua acción de desgaste y relleno de materiales ha originado un paisaje muy particular, con barrancos profundos y laderas fuertemente inclinadas y elevadas, que alcanzan en algunos puntos los 200 m de altura.

No se conocen en la zona grandes aprovechamientos, pero sí que en la parte norte de la reserva hay pequeños bancales que atestiguan usos agrícolas poco importantes. Existen en el interior del barranco múltiples nacientes de agua y las ruinas de un antiguo hotel-balneario, hoy abandonado. También resultan de gran interés los abundantes restos de fósiles que aparecen en distintos lugares de las laderas.

Viñátigo. (MC)

Vegetación

Destaca un hábitat acuático, con especies de agua dulce que se ha generado por el pequeño curso de agua permanente que discurre el Barranco. También es importante la flora rupícola en las escarpadas laderas, junto con muestras de laurisilva. Algunas especies se encuentran amenazadas, como el sauco (Sambucus palmensis), que tienen aquí las únicas poblaciones conocidas en la Isla.

Fauna

Está representada fundamentalmente por un mamífero, la musaraña de Osorio (Crocidura Osorio), que lleva el nombre del primer lugar donde fue vista. Se creía hasta hace poco que era endémica de ese lugar, pero estudios genéticos recientes, han confirmado que no es así. Es originaria del sur de la península Ibérica, y pudo alcanzar las Islas hace unos pocos siglos a través de los puertos, entre las mercancías de los barcos. También destacan las rapaces nocturnas como, por ejemplo, el búho chico (Asio otus canariensis).

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Reserva Natural Especial de los Tilos de Moya

Superficie: 91,5 ha
Municipios: Santa Mª de Guía y Moya
Población: ninguna

Localización y características

La superficie protegida es un tramo del Barranco de Los Tilos, de unos 2 km de longitud. Está encajado en materiales volcánicos de la Serie II de Gran Canaria, en un paso estrecho, por donde antiguamente circulaba un importante caudal de agua permanente.

Posee una muestra importante de laurisilva, conformando uno de los últimos reductos insulares de este bosque. Es uno de los restos de lo que fue la antigua Selva de Doramas, destruida por la sobreexplotación ligada al aumento demográfico y consecuente demanda de madera para utilizar como combustible.

Reserva Natural Especial de los Tilos de Moya. (TB)

Vegetación

Cresta de gallo. (MC)

Se distribuye por el lecho y laderas del Barranco, con individuos de porte arbóreo entremezclados con ejemplares de porte herbáceo propios del sotobosque. Predominan de las especies típicas de laurisilva, con multitud de endemismos de alto interés científico y más de 50 especies de plantas.

Algunas están en peligro, como la chahorra (Sideritis discolor) o la cresta de gallo (Isoplexis chalcantha), y muchas de ellas tienen en el Barranco de Los Tilos la mayor parte de su población insular.

En el cauce existen algunas especies típicas de ambientes acuáticos como cañas (Arundo donax), y en algunas laderas de la reserva hay especies introducidas tan extendidas como la tunera o penca (Opuntia ficus-indica).

Fauna

Su fauna se compone de especies típicas de laurisilva, contando con multitud de endemismos de alto interés científico, sobre todo, varios cientos de invertebrados. También está presente el petirrojo (Erithacus rubecula superbus), el canario (Serinus canaria), el mirlo (Turdus merula cabrerae) o el pájaro carpintero o ‘picapinos’ (Dendrocopos major thanneri).

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Reserva Natural Especial de Los Marteles

Superficie: 3.568,7 ha
Municipios: Santa Lucía, Agüímes, Valsequillo, San Mateo, San Bartolomé, Ingenio, Telde y Tejeda
Población: ninguna

Localización y características

La Reserva ofrece un paisaje montano de gran belleza, limitado en su parte sur por grandes escarpes. Aunque la mayoría de sus materiales pertenecen a series antiguas, también hay algunas zonas en las que predominan las series recientes, como La Calderilla y la Caldera de los Marteles.

Reserva Natural Especial de Los Marteles. (TB)

Destacan elementos geomorfológicos como esta propia caldera o el pitón fonolítico de Roque Blanco, entre otros. También alberga grandes cuencas de recepción, como la de los Barrancos de San Bartolomé, Tenteniguada o Temisas.

Este espacio en conjunto actúa contribuyendo a mantener procesos ecológicos esenciales como la recarga hídrica del acuífero y la protección de los suelos.

Vegetación

Cuenta con una amplia variedad de hábitats, donde sobresale la flora rupícola con una amplia riqueza en endemismos. Predominan en el Risco Blanco, el Rincón de Tenteniguada, el Paso de la Plata y Temisas, además de las vertientes abruptas de los Barrancos de Guayadeque y de los Cernícalos. Como ejemplo podemos citar el pastel de risco (Greenovia aurea) o una de las pocas orquídeas de las Islas (Orchis patens canariensis).

Algunas especies están muy amenazadas, como la bencomia (Bencomia brachystachya) o la mata de risco (Globularia sarcophylla), y otras están situadas en puntos muy concretos de la reserva, como el tomatero silvestre (Solanum lidii).

Destaca también el pinar de repoblación existente en cotas altas, junto con la población de acebuchales (Olea europaea cerasiformis) y saucedas presente en la cabecera del Barranco de los Cernícalos. Las cumbres desprovistas de pinar están cubiertas por matorral de sustitución, fundamentalmente, por tabaibas amargas (Euphorbia obtusifolia), retamas de cumbre (Teline microphylla) y escobones (Chamaecytisus proliferus).

Fauna

Se ha constatado la presencia de halcones (Falco sp.) que nidifican en los escarpes que bordean San Bartolomé. También hay gran cantidad de cernícalos (Falco tinnunculus dacotiae), que se refugian en las elevadas paredes del barranco que lleva el nombre de esta ave rapaz. La zona está protegida por abundante normativa nacional e internacional.

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Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas

Superficie: 403,9 ha
Municipios: San Bartolomé de Tirajana
Población: ninguna

Localización y características

Este espacio se sitúa en el sur de Gran Canaria, en el margen sureste de una extensa plataforma sedimentaria en la desembocadura de los Barrancos de Fataga, Ayagaures y Chamoriscán. Está formado por campos de dunas fundamentalmente fonolíticas, orientadas en función de los vientos dominantes, que en esta zona son del este y sureste.

Dunas de Maspalomas. (CGC)

La Reserva se sitúa sobre una de las tres terrazas aluviales existentes, que se han generado por diversas regresiones del nivel del mar, debido a cambios climáticos durante el Cuaternario. Delimita un hábitat dunar halófilo de gran singularidad, puesto que no está representado con estas características en ningún otro lugar de la Isla.

Toda la zona está fuertemente amenazada por los núcleos turísticos que la rodean. Pueden poner en peligro su delicada flora y fauna e, incluso, el aporte de arenas que transporte el viento dominante, esencial para este ecosistema.

Vegetación

Se compone de comunidades vegetales psamófilas. La mayoría de las dunas son activas, desplazándose de este a oeste con regularidad, por lo que no permiten que la vegetación fije sus raíces. Sin embargo, hay un sector al norte de la reserva que carece de movilidad, donde pueden prosperar especies como palmeras (Phoenix canariensis), juncos (Juncus acutus) o el endemismo de esta zona de la Isla, el salado (Schizogyne glaberrima).

Salado. (CGC)

En la franja más costera predomina el balancón (Traganum moquinii), y en la zona arenosa se pueden apreciar comunidades interdunares de diferentes tipos de juncias (Cyperus laevigatus y Cyperus capitatus) y meloja (Ononis serrata).

En la Charca de Maspalomas existía una densa comunidad vegetal que se ha visto reducida en la actualidad, limitada a un denso cañaveral (Phragmites australis), varias fanerógamas marinas y algunas algas.

Fauna

Antiguamente, en las inmediaciones de la charca de Maspalomas, existía una riqueza de aves destacada, con ejemplares de águilas pescadoras o ‘guinchos’ (Pandion haliaetus), milanos (Milvus milvus) y diferentes aves migratorias. Hoy se ha visto muy reducida, aunque abundan especies que visitan las zonas húmedas de la reserva.

Se puede apreciar al estornino pinto (Sturnus vulgaris), aunque hay más presencia de la polla de agua (Gallinula chloropu) y la focha común (Fulica atra) que, a pesar de ser migradoras, nidifican en la Reserva.

Además, abundan las especies de insectos relacionados con la fauna africana, algunos siendo endémicos de este entorno.

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Reserva Natural Especial de Güigüí

Superficie: 2.920,9 ha
Municipios: San Nicolás de Tolentino
Población: Sólo 2 ó 3 casas habitadas en las inmediaciones de Artejevez y en el cauce del barranco Tasártico.

Localización y características

Este espacio protegido está constituido por materiales del primer ciclo, formando parte del antiguo volcán en escudo que originó la Isla. Está muy erosionado y surcado por numerosos barrancos que nacen y desembocan dentro de la Reserva. Algunas de sus paredes llegan a superar los 1.000 m de altura en un corto recorrido.

Reserva Natural Especial de Güigüí. (CGC)

Destacan algunas montañas como la de Hogarzales, El Cedro o Amurgar, que delimitan de forma natural este espacio, separándolo de la depresión del Valle de La Aldea. Con un perfil costero prácticamente acantilado, sólo existen algunas playas de cantos y arenas acumulados en las desembocaduras de los barrancos.

Los usos agrícolas se concentran eminentemente en el área cercana a La Aldea de San Nicolás, en la base de las laderas y en torno al caserío de Artejevez. Se trata de una zona de usos tradicionales, donde aún quedan vestigios de su pasado, como bancales abandonados y ruinas de una compañía exportadora de tomates, dentro del barranco de Güigüí Grande. Contrasta, sin embargo, con la Playa de Güigüí Chico, que tiene bastante aceptación entre los excursionistas. Se accede a ella descendiendo desde las cumbres a través de senderos.

Culturalmente, es reseñable la existencia de yacimientos arqueológicos en las inmediaciones de la Montaña de Hogarzales, identificada por los cronistas como la Fortaleza de Ajódar o Axodar. Tuvo lugar allí una de las últimas batallas entre castellanos y canarios por el control de la Isla.

Vegetación

Palmera canaria. (MC)

Alberga una interesante muestra de cardonal-tabaibal por todo el espacio, e importantes restos de bosques termófilos, con representantes como palmeras (Phoenix canariensis) o almácigos (Pistacia atlantica).

En cotas altas, sobre los 700 m de altitud, aparecen jaras (Cistus monspeliensis) y escobones (Chamaecytisus proliferus). En el cauce de algunos barrancos, hay palmerales y acebuchales, acompañados por lentiscos (Pistacia lentiscos). Existen bastantes endemismos como, por ejemplo, un tipo de tajinaste (Echium callithyrsum), y una especie de cabezón (Cheirolophus falcisectus), que es exclusiva de este espacio protegido.

Fauna

Estos acantilados costeros son el lugar ideal para que nidifiquen algunas especies de aves marinas. Una de las más abundantes es la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), aunque también existieron algunas rapaces en la zona.

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