Durante el siglo XX la empresa Fylles implanta el cultivo del tomate en Arona. Según las fuentes comienza en la cosecha de 1903-1904. Este se situó en la zona costera y algo menos en las medianías. Sufre épocas de crisis (I y II Guerra Mundial y Guerra Civil) pero es en la década de los cincuenta cuando alcanza máximo esplendor, pasando de las 81 hectáreas en 1940 a las 626 en 1955.