Por las características del terreno, una oscura colada de lava que contrasta con el azul del Atlántico, esta zona fue conocida antiguamente con el nombre del malpaís. Otra de las denominaciones con las que se conoció fue la de la Caleta de Martín Rodríguez, primer arrendatario de estas tierras tras la conquista.
Su nombre actual deriva de la importancia que tenía para los vecinos la existencia -hoy ya desaparecidas- de las diferentes fuentes que suministraban agua a la zona. Al tratarse de un extenso y reseco malpaís, la presencia del líquido elemento era de vital relevancia. Los nombres de las antiguas fuentes perduran hoy en la toponimia local (el Saucito, la Higuerita, Fuente Vieja, la Fuentita, etc.).
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