« También había valvas de un mejillón de gran tamaño (Perna perna) que actualmente no vive en el lugar, así como huesos de animales, posiblemente una tibia de cabra, y de ave marina sin determinar.
Ante la importancia de los restos arqueológicos del yacimiento de El Descubrimiento (así bautizado por su descubridor), determinó que el Laboratorio de Datación y Radioquímica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid realizara in situ dataciones por Optical Stimulated Luminiscense (OSL). La fecha que proporcionó se sitúa en un arco entre 1100 y el 900 antes de Cristo».
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