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La escultura Canarias en siglo XX

Difícil tarea es dar una visión general de la escultura contemporánea en las Islas Canarias. Sin embargo, hay que decir que, aparte de la evolución que tiene la escultura y el arte en el resto del mundo, (esculturas figurativas, simbólicas, abstractas,...), hay que destacar como específico de Canarias el indigenismo en la escultura (Eduardo Gregorio o Plácido Fleitas), el uso de signos de identidad canaria (espirales o pintaderas de en Martín Chirino), o el uso de materiales de identificación insular (piedras volcánicas de Antonio Gallardo).

Arte realista o figurativo Indigenismo y abstracción


Arte realista o figurativo

Antes de 1950, la escultura había recorrido caminos dentro de un realismo más o menos clásico. En este periodo surgen nombres como los de Manuel Ramos, Juan Márquez, Francisco Borges, Enrique Cejas, Francisco Lasso y Manuel Bethencourt, entre otros.

‘Cristo Yacente’ de Manuel Ramos. Escultura que se encuentra en la Iglesia de Arucas, Gran Canaria.

Manuel Ramos (1899-1971). Siente gran predilección por la escultura en madera. Su evolución artística se refleja así: parte delmodernismo, en sus años de juventud (El Violinista), para pasar más tarde hacia un realismo expansionista (Cristo Yacente de la Iglesia de Arucas, popularmente llamada ‘Catedral’ por su aspecto neogótico). Luego, adopta un estiloneo‑naturalista (Amor Completo) para, finalmente, buscar una cierta estilización en sus obras.

Juan Márquez Peñate (1903-1980). Formación inicial en la Escuela de Luján Pérez, luego en Berlín y con Bourdelle, en París. Al regreso, se dedicó al diseño de muebles. Sus obras más importantes son figuras de mujeres bretonas.

Francisco Borges Salas (1901-1994). Su obra más conocida es la Maternidad, realizada en piedra, en homenaje a Santiago García Sanabria, instalada en el Parque santacrucero que lleva su nombre. Se trata de una mujer un tanto obesa, como una venus adiposa, con grades senos y corpulencia, con la sensación depresiva de dejarse abandonar.

Colosal guerrero que forma parte del conjunto de esculturas del monumento a los caídos de la plaza de España en Santa Cruz de Tenerife, obra de Enrique Cejas Zaldívar. (ER)

Enrique Cejas Zaldívar (1915-). Se sintió siempre muy atraído por la monumentalidad. En general se observa en su obra una marcada tendencia a lo estático, que da una aplomada serenidad. Le interesa más la fuerza y la solidez antes que la gracia. Un ejemplo claro de estas características lo tenemos en las esculturas del Monumento a los Caídos de la Plaza de España (Santa Cruz de Tenerife), exceptuando La Victoria, que fue realizada por el escultor Alonso Reyes. Otras obras suyas son el monumento dedicado al Obispo Domingo Pérez Cáceres, en Güímar, y a Teobaldo Power, en Santa Cruz de Tenerife. Los temas que aborda son: Abatimiento, Maternidad, Venus, Cango en la Lucha Canaria,...

Francisco Lasso (1904-1973). Realizaba objetos con sentido realista, pero los transforma en representaciones conceptuales a causa de la influencia surrealista y cubista; por ejemplo, la obra en madera Pájaro, alargada y de largo pico, existente en el Cabildo Insular de Lanzarote.

Manuel Bethencourt (La Habana, 1931). Estudió y estuvo en Las Palmas de G.C., Madrid, Guinea y Roma, donde en 1968 obtuvo el «Gran Premio de Roma» de escultura. A pesar de su arte figurativo, sus líneas muy sencillas y depuradas, casi siempre curvas, generan dramatismo. En los últimos años, utiliza la piedra volcánica de las islas para favorecer ese tono dramático.

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Indigenismo y abstracción

A partir de los años cincuenta, aparecen artistas como Eduardo Gregorio, uno de los primeros alumnos de la Escuela Luján Pérez, promotora del Indegenismo. Luego, Plácido Fleitas, representante del Indigenismo y considerado como el más completo escultor canario, que logra, dentro de la estilización, una interpretación mágica de la naturaleza, al tiempo que investiga la simbología aborigen y las piedras volcánicas. Comienza así la floración de importantes vanguardistas, entre los que sobresale Martín Chirino junto a Tony Gallardo y José Abad.

Eduardo Gregorio López Martín (1903-1974). Estudia náutica y desde entonces aparece su afición a la talla en madera. Ingresa en la Escuela de Luján Pérez, de la cual sería más tarde profesor. Néstor cuenta con él, desde los comienzos, para ornamentar el Teatro Pérez Galdós y, más tarde, para levantar el mausoleo de León y Castillo, en La Catedral de Las Palmas. Además de cinco años en Barcelona, de 1951 a 1955, vive en Tánger; en 1962, trabaja como profesor en Venezuela, regresando a Las Palmas en 1962.

Marcó el tipo de campesina insular, muchacha canaria, cabezas con deformaciones en sus rasgos más distinguidos, que más tarde siguieron los distintos escultores de la Escuela de Luján. Hemos de distinguir dos facetas en Eduardo Gregorio: su labor como escultor y su dedicación a la cerámica.

En relación a la escultura, el artista marca un cambio profundo hacia 1950, de esquematización y estilización de sus obras, como consecuencia de su estancia en Tánger, donde repara en la simplicidad de las estatuas negras. Esto se observa en El Ángel, que se exhibeen el Museo Colón de Las Palmas. Es una talla directa, original, sobria y de gran espiritualidad.

En el terreno de la cerámica es un constante investigador. Consigue nuevos colores y formas originales, logrando importantes premios nacionales e internacionales.

Magia de la naturaleza. Escultura de Plácido Fleitas, donde se manifiesta la vertiente abstracta del artista a partir de 1952. (PH)

Placido Fleitas (1915-1972).Es un artista tenaz, reconcentrado e introvertido en su sensibilidad, sintiendo una gran ternura por todo lo que le rodea y el contacto con la naturaleza. Buscaba la piedra en los barrancos, en los lugares donde se encontrara. Cada día surgía una nueva experiencia. Visita frecuentemente con fervor el Museo Canario para contemplar las pintaderas y cerámica guanches, convirtiéndose en el primer artista que recoge las sugerencias de arte aborigen. Primero, sus esculturas, en las que aparecen rostros populares conrasgos de tipo negroide (labios gruesos, pómulos salientes, etc.), luego, su etapa abstracta, que comienza en 1952 y que se reafirma en 1957.

El autor y sus influencias. El autor se considera autodidacta, aunque en su vida van a influir algunos hechos entre los que sobresalen: su ingreso en la Escuela Luján Pérez (1929); el contacto directo con la naturaleza y con el Museo Canario. En 1950, relación con el grupo Dau al Set de Barcelona (movimiento vanguardista); fundación del grupo Los Arqueros del Arte Contemporáneo, junto a Manolo Millares, Juan Ismael, Felo Monzón, etc.; y los contactos en Francia con Picasso, Óscar Domínguez, entre otros. A partir de 1957, su obra es prácticamente abstracta.

Características fundamentales. Además de la temática indigenista, inspirándose en el mundo popular, campesino y marinero, como es su serie Muchachas del sur, hay que destacar la estilización de las esculturas; la suavidad en los contornos; la interpretación mágica de la naturaleza; el hueco, no como vacío, sino para resaltar el volumen que lo rodea; la utilización de piedras y maderas especiales...

Martín Chirino (Las Palmas de G.C.,1925). Estudió en la escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), también en París y Londres. Cuando vuelve a su isla natal comienza a profundizar en el campo de la abstracción. En 1955 fija su residencia en Madrid, hasta que en 1989 dirigirá el Centro Atlántico de Arte Moderno, en Las Palmas de Gran Canaria.

Forma parte del Grupo El Paso, al que también perteneció Manolo Millares, y muestra su obra por todo el mundo, obteniendo grandes elogios de la crítica. Piensa que «el arte no se hace desde una postura clara, sino desde la confusión, porque éste es una continua sorpresa, un hallazgo constante, un deslumbramiento». En 1977 asume, con otros artistas, el Manifiesto de El Hierro, que proclama la identidad canaria en el arte, que, en cierto grado, la había remarcado el indigenismo de los años 20 y 30 de la Escuela Luján Pérez.

Evita tocar una u otra corriente artística, sólo le preocupa el respeto a su idea básica, a una línea evolutiva coherente. Sus obras son depurados procesos de síntesis, donde la sencillez y la serenidad destacan.

‘Lady Harimaguada’ de Marín Chirino, preside la entrada de Las Palmas de Gran Canaria. (TB)

Obras más importantes. Serie de «Espirales de Viento» (1960 a 1965). En estas obras observamos: gran sencillez, acusado ritmo y gran pureza. Están construidas con bandas de acero. Serie de «Ladies» (1965 a 1970). Esculturas de gran tamaño en hierro pintado con colores puros (rojo, blanco, etc.). Una de estas obras la podemos admirar junto al Colegio de Arquitectos de Santa Cruz de Tenerife. Serie «Raíz», obras en hierro, que corresponden a la misma época anterior. Serie «Aeróvoros». En la serie «Afrocán», nos muestra el primitivismo del hombre y su compromiso con la historia de las islas. Según el profesor Castro Borrego, en este artista «la espiral se convierte en el signo supremo que resume todos los otros: viento, agua, fertilidad y serpiente.»

César Manrique (Arrecife, Lanzarote, 1919-1992).Se traslada becado a Madrid. Estudia en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, y obtiene el título de profesor de pintura y dibujo. En 1965, viaja a los Estados Unidos y se instala en Nueva York por tres años, becado por el Instituto Internacional de Educación. En el año 1968 regresa a Lanzarote, identificándose plenamente con la problemática insular. Surgen así hermosos lugares llenos de tipismo y de esmerado gusto estético. Realiza una serie de esculturas utilizando fragmentos de barcos desguazados o hundidos, así como otros tipos de material de desecho. Obras escultóricas, como tales, son la «Fecundidad», que se alza en el centro geográfico de la isla como homenaje al campesino lanzaroteño o «Raíces en el cielo», en el lago Martiánez, en el Puerto de la Cruz.

‘Raíces en el cielo’, Escultura de César Manrique ubicada en Lago Martiánez en Tenerife. (SC)

En 1972, trabaja intensamente en Lanzarote y Tenerife como «profeta ecologista de Canarias con sus preocupación y denuncia», tratando de salvar el medio ambiente y paisaje, al tiempo que realiza espectaculares obras de arquitectura y urbanismo enarmonía con el medio isleño. Por ejemplo, en Lanzarote, el Mirador de El Río, el acondicionamiento de la Cueva de los Verdes, de los Jameos del Agua y de su propia casa de Tahíche; en el Puerto de la Cruz, El Lago de Martiánez, Playa Jardín o, en S. C. de Tenerife, el Parque Marítimo.

Crea en Arrecife el centro cultural «Almacén», con objeto de dar impulso a las artes en general. El pintor Pepe Dámaso está junto a él en esta obra, que debe ser un ejemplo para todos los artistas.

Algunas frases pronunciadas por el artista: «Yo entiendo la arquitectura como una gran escultura que además le presta un gran servicio al hombre como hábitat».«Lo primordial es la educación. La creación de escuelas modélicas. La educación ideologizada y represiva, como viene ocurriendo en nuestro país, sólo puede dar como consecuencia futuros delincuentes». «La aventura y el experimento, el contacto con el azar es el único método admisible para realizar mi obra».

Tony Gallardo (Las Palmas de G.C., 1929-1996). Va tras los problemas del hombre, a través de sus esculturas y de su compromiso social. En 1956, se traslada a Venezuela, donde contacta con el informalismo e inicia sus trabajos en hierro.

Después de haber pasado por una etapa informalista, comienza, hacia 1966, una serie de esculturas denominada «Hombre Máquina». Aprovecha para este trabajo la chatarra de los automóviles y piezas industriales. Trabaja en la forja del hierro y esmalta sus obras con colores puros. La línea estética que sigue, está dentro de un neoconstructivismo; no obstante Gallardo busca nuevas expresiones espaciales para sus hierros. Regresa a Canarias en 1961 con una fuerte preocupación política, por lo que es encarcelado. Luego, en los años 70, inspirándose en lacultura autóctona canaria, desarrolla un proyecto indigenista, usando «callaos», toba y lava volcánica. Posteriormente su trabajo se orienta hacia una tendencia neofigurativa, usando piedra volcánica y realizando grandes proyectos monumentales, como el «Atlante» en la costa norte de Gran Canaria.

Estatua del Mencey Bencomo, obra de José Abad. Se trata de una de las nueve estatuas de los Menceyes que se encuentran en la Plaza de de la Basílica de Candelaria, en Tenerife. (DM)

José Abad (La Laguna, Tenerife, 1942). Realizó sus estudios en la Academia de Bellas Artes «Pietro Vannucci» de Perugia (Italia). Más tarde trabaja en el estudio de Eduardo Gregorio (Las Palmas) y en el de Martín Chirino (Madrid). Expone en muchas capitales españolas y en Canarias. Un buen número de sus esculturas se esparcen por todo el mundo en colecciones particulares. Los materiales que utiliza para sus obras son fundamentalmente el hierro y el duraluminio.

Algunas características de su obra. La «Jaula» aparece frecuentemente representando la opresión de la que el hombre quiere escapar y no puede. Aparecen elementos caprichosos, pero que tienen un simbolismo, un toque surrealista con sus cuervos disecados, objetos colgantes, espejos, o imaginación gótica, al decir de Lázaro Santana, con sus retablos negros, con una carpintería misteriosa y esotérica. También son obra de él los majestuosos menceyes guanches de bronce que jalonan la Plaza de la Basílica de Candelaria, y el que preside la Avenida de Los Menceyes en La Laguna.

Juan Hidalgo (Las Palmas de Gran Canaria, 1927). Es compositor y artista. Hacia el año 1964, como parte del grupo Zaj, rompe convencionalismos y emociona al público con su radicalización, cuyas actividades, según el artista, abarcaban «traslados», conciertos, escritos, cartones, festivales, exposiciones, libros, tarjetas, etcétera y etcéteras. Zaj, en la globalidad de sus planteamientos, hacia los años 80, se va acercando a la plástica con diferentes tendencias y técnicas, llegando a obtener fama nacional e internacional, influyendo en numerosos artistas actuales.

Juan Bordes (Las Palmas de Gran Canaria, 1948). Escultor que, a partir de 1975, se centra en una deformación de la figura humana clásica. Sus primeras obras son piezas de estilo picassiano en cerámica policromada. Más tarde, realiza porcelanas en torno al tema del aseo o baño. Posteriormente, trabaja en bronce. El obelisco es un tema central de su obra, junto a las deformaciones de la figura humana.

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1ª Exposición internacional de escultura en la calle

Un gran acontecimiento escultórico tuvo lugar en Santa Cruz de Tenerife en diciembre de 1973: la Primera Exposición Internacional de Escultura en la Calle, organizada por el Colegio de Arquitectos, el Cabildo y la Caja de Ahorros de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, así como también por el Ayuntamiento de la capital.

Se expusieron cuarenta y seis obras, muchas de ellas realizadas in situ, de las cuales han quedado importantes muestras instaladas por plazas, parques y ramblas de esta ciudad.

‘El Guerrero de Goslar’ de Henry Moore. Se encuentra en las Ramblas de Santa Cruz de Tenerife, y es una de las esculturas realizadas con motivo de la Exposición Internacional de Escultura en la calle de 1973. (DL)

Intervinieron artistas de diversas nacionalidades, entre los que destacamos a Henry Moore (Inglaterra), Julio González (Cataluña), Pablo Gargallo (Zaragoza), Alberto Sánchez (Toledo), Zadkine (Rusia), Alexander Calder (EE.UU.), Arnaldo Pomodoro (Italia), etc, dejándose sentir la ausencia del vasco Eduardo Chillida.

Entre los canarios que expusieron se encuentran: Martín Chirino, Eduardo Gregorio (Gran Canaria) y José Abad (Tenerife), estando ausente la obra de Plácido Fleitas.

De éstos continúan expuestas las tres obras siguientes:

  • Hierro y Duraluminio pintados de José Abad, que está situada junto a la Piscina Municipal.
  • Lady Tenerife de Martín Chirino, junto al Colegio de Arquitectos.
  • Hormigón de Eduardo Gregorio, en la Calle Ángel Guimerá.

Con esta exposición se ha conseguido un feliz acercamiento entre el ‘hombre de la calle’ y las manifestaciones más representativas del arte escultórico contemporáneo.

  2/8