LOS HUEVOS
        [No falta quien quiera pasar por autor original, cuando no  hace más que repetir con corta diferencia lo que otros muchos han dicho.]
      Más allá de las islas Filipinas
        hay una, que ni sé cómo se llama,
        ni me importa saberlo, donde es fama
        que jamás hubo casta de gallinas,
        hasta que allá un viajero
        llevó por accidente un gallinero.
        Al fin tal fue la cría, que ya el plato
        más común y barato
        era de huevos frescos; pero todos
        los pasaban por agua (que el viajante
        no enseñó a componerlos de otros modos).
        Luego de aquella tierra un habitante
        introdujo el comerlos estrellados.
  ¡Oh qué elogio se oyeron a porfía
        de su rara y fecunda fantasía!
        otro discurre hacerlos escalfados…